Los californianos rechazaron el consumo de la marihuana con fines recreativos pero los votantes de todo el estado están dispuestos a recaudar más dinero de una gran fuente de ingresos. El día de las elecciones, las 10 ciudades con propuestas locales en sus boletas de votación aprobaron nuevos o más altos impuestos a las ventas de marihuana, lo que puso la necesidad de ingresos por encima del estigma del consumo de una droga prohibida a nivel federal.