El Congreso de Ecuador aprobó penas más duras para los pequeños traficantes de drogas, un cambio con respecto a una política más liberal que pudo haber sido motivado por la declaración del presidente de tener “tolerancia cero” frente al consumo de heroína.

 La nueva ley aumentará las penas para quienes trafiquen pequeñas cantidades de drogas, informó Associated Press. Antes los acusados enfrentaban un mínimo de dos a seis meses de prisión por traficar pequeñas cantidades de narcóticos. Quienes sean capturados traficando cantidades mayores enfrentarán de tres a cinco años de cárcel, mientras que antes enfrentaban entre uno y tres años.

Esta ley estuvo precedida por un conjunto de reformas aprobadas por el Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (CONSEP), que redujo el margen de posesión legal de drogas en el país. Antes los acusados no eran enjuiciados si eran atrapados con menos de un gramo de heroína. Bajo la nueva política ecuatoriana, esta cifra se ha reducido a 0,1 gramos.

Posesión legal de drogas en Ecuador, antes y después

 Tipo de droga      
 Antes de la reforma         
Después de la reforma            
HeroínaHasta un gramoHasta 0,1 gramos
CocaínaHasta 50 gramosHasta 2 gramos
MarihuanaHasta 300 gramosHasta 20 gramos

Uno de los principales críticos de la reforma ha sido Ernesto Pazmiño, director de la Defensoría Pública de Ecuador. En una entrevista con el diario El Comercio, Pazmiño se refirió a la ley como una “reacción desesperada” e “ineficaz”, que penalizará el consumo de drogas y llenará las cárceles del país de pequeños expendedores que estarán pagando penas injustas.

La ministra de Justicia, Ledy Zúñiga, respondió afirmando que la ley se dirigiría a los “microtraficantes”, en vez de a los consumidores. “No estamos buscando criminalizar el consumo”, señaló.

Recientemente Ecuador priorizó la lucha contra el tráfico de drogas a pequeña escala: el presidente Rafael Correa dijo hace poco que el 85 por ciento de los agentes antidrogas del país están enfocados en este tema.

Análisis de InSight Crime

El gobierno de Correa tenía una postura más progresiva con respecto a las políticas de drogas, que incluso contemplaba la libertad de las llamadas “mulas”. Este cambio en la política se presenta después de varias declaraciones del presidente Correa, en las que señaló que Ecuador necesita abordar el tema del consumo de drogas entre los jóvenes, en especial la heroína. “Habrá que meter preso a los microtraficantes”, dijo, y agregó que el país necesita tener “tolerancia cero” con respecto al consumo de heroína. En otro discurso criticó la “impunidad” de la que según él disfrutan los microtraficantes en el sistema de justicia.

En su más reciente informe anual, el CONSEP no incluye datos sobre las tasas de consumo de drogas en Ecuador. En su entrevista con El Comercio, el defensor público Ernesto Pazmiño dijo que en el país ha habido un aumento en el consumo de heroína, según las estadísticas de sobredosis de heroína calculadas por el Ministerio de Salud. Sin embargo, no existe evidencia de que este aumento en el consumo haya sido causado por laxitud en las leyes de posesión de droga, agregó el funcionario.

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“Yo estoy convencido de que al Presidente le entregaron una información sin evidencias técnicas”, le dijo al periódico. “Es decir, le dijeron: hay más consumo [de drogas] y es por el [código penal]. La reacción inmediata fue atacar el problema por el lado del Código Penal”.

Jorge Paladines Rodríguez, experto ecuatoriano en política de drogas, apoyó los comentarios de Pazmiño y le dijo a InSight Crime que “no había evidencia” de que las leyes liberales del país en materia de drogas hubieran conducido a mayores tasas de tráfico o consumo. También es posible que la nueva política esté destinada a aquietar las fuerzas de seguridad de Ecuador, que nunca estuvieron de acuerdo con las anteriores leyes de drogas, dijo Paladines. En particular, Correa ha tenido tensas relaciones con las fuerzas policiales de Ecuador.

“Desde el punto de vista de la realpolitik, este es un intento desesperado por evitar perder popularidad en un tema en el que nunca hubo una respuesta del Estado en lo que se refiere a la prevención [del consumo de drogas]”, le dijo Paladines a InSight Crime. “Y dado que somos una sociedad enfocada en el castigo, la mejor respuesta consistió en [cambiar] el código penal”.

Hannah Hetzer, coordinadora para las Américas de la organización Drug Policy Alliance, se refirió a la medida como “un retroceso extremadamente decepcionante”.

“El presidente Correa está disfrazando esto bajo el pretexto de proteger a la juventud de las drogas, cuando realmente ello sólo hará que las cárceles ecuatorianas se llenen de personas —en su mayoría mujeres— que a menudo son forzadas a traficar drogas, ya sea por violencia o por necesidad económica”, dijo.