El inicio de una “batalla” para legalizar la comercialización de la hoja de coca en el mundo – que planteó el presidente Evo Morales el lunes –, implicará reformas en la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes y un esfuerzo mayor que el emprendido para revertir el veto al acullico, según la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC).