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Nueva York suaviza su política policial contra la marihuana

Los agentes no detendrán a quienes posean hasta 25 gramos de cannabis

El comisario, junto al alcalde, enseña 25 gramos de marihuana.
El comisario, junto al alcalde, enseña 25 gramos de marihuana.S. S. (Reuters)

La policía de Nueva York dejará de detener a las personas que posean hasta 25 gramos de marihuana y se limitará a citarlas ante el juez, que podría imponerles una multa o la sanción que considere oportuna, según anunció este lunes el alcalde Bill de Blasio, en un cambio radical de la política contra el pequeño delito mantenida durante años por los regidores conservadores Rudolph Giuliani y Michael Bloomberg. El objetivo del nuevo alcalde demócrata es cumplir con una de las promesas que le llevaron al poder y mitigar los efectos indeseados del stop and frisk (la policía puede parar y registrar a una persona simplemente por su aspecto), que tantas quejas ha provocado de las organizaciones de derechos civiles por considerar que estigmatiza a las minorías afroamericana y latina.

Este es un gran paso para reducir arrestos innecesarios e improductivos Bill de Blasio, alcalde de Nueva York

“Este es un gran paso para reducir arrestos innecesarios e improductivos que arruinaban la vida de muchos jóvenes sin antecedentes policiales. Asimismo, permitirá que los agentes puedan seguir con su trabajo y dedicarse a crímenes más serios. Es una manera de mejorar la relación con los ciudadanos”, declaró el alcalde, que compareció flanqueado por el jefe de policía, William Bratton. La medida entrará en vigor a partir del día 19 de este mes. "Que nadie se confunda. La marihuana sigue siendo ilegal en la ciudad de Nueva York. La gente que fume cannabis en público será detenida. Pero la posesión de pequeñas cantidades, con algunas excepciones, no merece un arresto, con todo lo que ello implica", añadió Bratton.

Hasta ahora, las personas a las que se les incautaba una pequeña cantidad de marihuana en Nueva York eran detenidas, esposadas y trasladadas a la comisaría, donde se les tomaban las huellas digitales y se les fotografiaba. Transcurridas unas horas, eran puestas en libertad con una citación judicial para seis u ocho semanas después. A partir de ahora, el detenido podrá seguir su camino para comparecer ante el juez en un plazo determinado. En el caso de que el afectado esté fumando en público, se encuentre cerca de un colegio o no vaya identificado se mantendrá el arresto. Por supuesto, las personas que estén en busca y captura o bajo investigación policial también serán conducidas a la comisaría. El alcalde consideró “crucial” que los jóvenes porten siempre un documento identificativo.

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Durante los 12 años del mandato de Bloomberg, la policía arrestó a unas 50.000 personas al año por poseer pequeñas cantidades de marihuana (una de cada ocho detenciones). En 2013, la cifra se redujo a 28.000. Este año la cantidad se ha rebajado a 24.000. Negros y latinos constituyen el 86% de los arrestos, la mayoría de ellos jóvenes y sin antecedentes criminales, según un estudio del Queens College para el Marijuana Arrest Research Project.

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El fiscal de Brooklyn, Kenneth P. Thompson, que ha aplicado en su distrito la política de no perseguir a los poseedores de pequeñas cantidades de droga, considera, sin embargo, que el procedimiento debe ser clarificado para evitar efectos indeseados. El primero, que el proceso judicial no se cumpla con todas las garantías. Según el fiscal, la simple citación, sin arresto de por medio, puede provocar que la fiscalía no revise el caso previamente. Esto podría conducir, según Thompson, a que a muchas personas se les abra un procedimiento sin motivo suficiente. Thompson recordó que en Brooklyn, desde julio, su departamento ha archivado el 34% de los más de 2.500 casos de posesión de pequeñas cantidades de droga.

Otro posible efecto negativo es el de las incomparecencias, que luego se convierten en órdenes de detención. En la actualidad hay 1,2 millones de órdenes de detención activas en Nueva York de personas que no se han presentado a una citación judicial o no han pagado una multa por un delito menor. Sólo en 2013, una cuarta parte de los 329.000 casos vistos en los juzgados por asuntos menores quedaron a la espera de que se presentara el afectado o pagara la multa.

La reforma anunciada en Nueva York se produce en un momento en que cuatro Estados (Alaska, Colorado, Washington y Oregón), además del Distrito Federal de Columbia, han autorizado el uso recreativo del cannabis. El tema, asimismo, impacta de lleno en uno de los pilares de la política policial seguida durante dos décadas de Administraciones republicanas en Nueva York: la teoría de las ventanas rotas, que dice que si una ventana de un edificio se rompe y no se repara, al poco tiempo el resto de ventanas aparecerán rotas. Es decir, que la intolerancia con los delitos menores es la base de una convivencia segura.

El 80% de los casi 400.000 arrestos al año en Nueva York son por delitos menores

Para los críticos, la teoría de las ventanas rotas es un producto neocon, que ampara excesos policiales y encarcelaciones masivas por delitos de escasa relevancia. El 80% de los casi 400.000 arrestos al año en Nueva York son por delitos menores. La mitad de esos arrestos se producen en barrios donde negros e hispanos son mayoría.

La reducción del número de arrestos por pequeñas cantidades de cannabis es un viejo debate en Nueva York. En 1977, el Senado Estatal y la Asamblea descriminalizaron el tema siempre y cuando la droga no estuviera a la vista o siendo consumida. Es decir, llevar una bolsita con marihuana en el bolsillo no se consideraba un crimen. Sin embargo, desde mediados de los 90 la policía ha detenido y acusado de un delito a personas de forma rutinaria simplemente por encontrar droga sus bolsillos durante los registros. En 2011, el jefe de la policía Raymond W. Kelly publicó una orden recordando a los agentes que la acusación de delito no era la apropiada en muchos casos.

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